un ratet en la mar

Me gusta ir a la playa, siempre me ha gustado. De niña hacia carreras con el barco socorrista que atravesaba la bahía de mi pueblo.
Intentaba pasar antes que el barco y estar de regreso antes de que volviera a pasar. Yo hacia la boya y él hacia una de las puntas que conforma la bahía.
Me gusta el sonido del mal, su música. Es una gran orquesta conformada por mil instrumentos: el sonido del agua al mecer en la arena, el aire que envuelve todos los sonidos, el calor, las voces suaves que emergen del fondo, algún pajaro,el entrechocar de las cañas, algún chiquillo jugando, el plof de las olas al chocar con la playa..
Al mismo tiempo la tranquilidad de la imagen, la textura de los colores, la visión del aire con difusión del calor.
En su conjunto me emite una sensación de paz y tranquilidad.
No recuerdo otro sentimiento a no ser el respeto de saber la fuerza y los peligros que entraña lo que en ocasiones transforma ese sentimiento de paz en peligro y miedo. Aun en esos momentos, ya que no he vivido catástrofes y su furia, aun en esos momentos repito, la sensación de paz y de sentirte uno con la naturaleza me envuelve.
Tumbada bajo el entresol que produce la sobra de las palmeras siento estas sensaciones y pienso en los chic@s de la residencia. Este pensamiento hace que me levante y piense en ejercicios adecuados y maneras diferentes de pasar un rato en la playa
Me gusta sentir la arena, suave y caliente, bajo mis pies.
Con las piernas medio abiertas, me gusta ir deslizando suavemente mis pies y ves hasta donde soy capaz de abrirlas.
Me gusta sentir el eje de mi equilibrio, ir notando aquellos puntos de  mi columna mas tensos y poco a poco, suavemente, estirar buscando el equilibrio entre las dos partes de mi cuerpo.
La sobra, reflejo del sol, me permite observar la rectitud de mi cuerpo. Hace de espejo, con la única diferencia que mi silueta para mas linda de lo que realmente mi cuerpo es.
Pienso que se pueden hacer muchos ejercicios saludables en la playa.
Me alegra ver en ocasiones a grupos de inmigrantes africanos haciendo ejercicio en la playa, es una visión agradable. Y me alegro de formar parte de este medio